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UN HUERTO ACCESIBLE E INCLUSIVO. Capítulo 1. ‘’El primer paso es siempre dar el primer paso’’.

UN HUERTO ACCESIBLE E INCLUSIVO

Capítulo 1. ‘’El primer paso es siempre dar el primer paso’’.

Much@s de vosotr@s ya sabéis que me flipa la naturaleza. Intento pasar todo el tiempo que puedo rodeado

de verde, y ahora, gracias a Turismo Adaptado V3 puedo compartir esa pasión con muchas personas.

 

Soy un enamorado de la huerta. Mi abuelo, ha sido agricultor toda su vida y desde bien pequeñito me llevaba a sus campos. Él lo trabajaba y yo me dedicaba a jugar con las gallinas y a comer tomates recién cogidos de la rama.

Crear un huerto accesible e inclusivo ha sido un sueño que me rondaba la cabeza desde que empecé este proyecto.

Para mí, una huerta es un super recurso típico del mundo rural valenciano y creo que es una suerte poder pasear entre los campos, ver como las hortalizas crecen, sentir el olor a tierra mojada durante el riego, poder coger un fruto y probarlo recién cortado… Tod@s merecemos poder disfrutar de estas maravillas.

 

Así que me puse manos a la obra. La única manera de lograr hacer un sueño realidad es dar el primer paso, y yo me puse a andar.

Lo primero que necesitaba era un trozo de tierra para cultivar. En Olocau, por desgracia, los jóvenes no estamos siguiendo la tradición ‘hortelana’ de nuestros antepasados y hay muchos campos que se están perdiendo, o llevan perdidos varios años.

Me dediqué durante un tiempo a pasear observando las huertas que estaban abandonadas y a soñar que uno de esos espacios era mío. Visualizaba todas las cosas que quería hacer y cada vez lo veía más claro.

Ya no quería una huerta sin más, ahora quería una huerta accesible con forma de mandala. (Así soy yo).

 

El siguiente paso fue buscar a los dueños de los campos que ‘había fichado’ para hablar con ellos, contarles el proyecto y llegar a un acuerdo.

He de agradecer a l@s vecin@s de Olocau la acogida que está teniendo Turismo Adaptado V3, porqué la verdad es que, este paso fue mucho más fácil de lo que pensaba.

La gente que vive aquí está muy concienciada con la accesibilidad y la inclusión y su colaboración desde el minuto 1 fue brutal. Tras un par de conversaciones ya tenía un trozo de tierra para empezar a crear mi super huerta accesible. (Si, Olocau es inclusivo y solidario ‘’i jo estic molt orgullós del meu poble i la seua gent).

 

Así estaba nuestro huerto cuando empezó la aventura:

Este campo llevaba 8 años perdido. Estaba plantado con 12 naranjos, de los cuáles han quedado 2

(porqué el resto estaban muertos o enfermos y tuvimos que arrancarlos).

¡Aquí empezó la faena de verdad!

Paso 1: Arrancar los naranjos muertos y convertirlos en leña para casa. (Se dice rápido, pero costó lo suyo).

Paso 2: Elies, un profesional del mundo de la huerta, pasó el tractor para arrancar y triturar

toda la maleza que había crecido y ‘rotovar’ la tierra para que se airee y haya intercambio de nutrientes.

Como digo, el señor Elies es un profesional y nos dejó el huertito así:

Ahora sí, llega el momento de coger la azada y el rastrillo y empezar a trazar líneas, a hacer caballones

y a crear la estructura de nuestro huerto mandala accesible.

¿Quieres saber cómo sigue la aventura?

En el siguiente capítulo ‘’DIS(u)EÑA TU SUEÑO’’ os contaré como empecé a dar forma a la idea que tenía, y como conseguí pasar de los planos a la realidad.

Os dejo un adelanto:

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